DE CHIQUITO, HABLABA CON EL AGUA
DE CHIQUITO,
HABLABA CON EL AGUA
Nací cerca a orilla de un
pequeño rio llamado +me , donde veía a los peces
jugueteando con las basuras que caían de los árboles, pequeñas hormigas que
caminaban por encima del agua. Era el silencio de la noche, ruidos suaves de pájaros y ranas, llegaban e iban de mis oídos. Muchas especies de insectos: como las arañas monos, gusanos y unos cuantos grillos, de brazos cortantes se
arrimaban hacia el lugar donde estaba acostado. Mi madre al verme así se estremeció feo y empiezó a espantar con montones de hojas de platanillos, de repente empezó a llorar por que sintió el mismo dolor que estaba sufriendo; me había picado una avispa de eso que son muy bravas.
Realmente me encontraba des-protejido por varias horas, en el momento que mi madre se encontraba lavando mis trapos en una quebrada que se encontraba a unos 50 metros aproximadamente del lugar donde estaba, y mi padre mucho mas lejos, por lo que él se había ido a revisar unas trampas de ratones, casi a dos kilómetros del rancho, acompañado de un querido perro llamado candela.
Realmente me encontraba des-protejido por varias horas, en el momento que mi madre se encontraba lavando mis trapos en una quebrada que se encontraba a unos 50 metros aproximadamente del lugar donde estaba, y mi padre mucho mas lejos, por lo que él se había ido a revisar unas trampas de ratones, casi a dos kilómetros del rancho, acompañado de un querido perro llamado candela.
Pasamos mucho tiempo en esos lugares tan alejado de las demás familias, por lo que me encontraba muy
chichito, y mis padres no podían desplazarse hacia otros lugares lejanas, solo
esperaban que cumpliera unos meses más.
Pasando unos meses mas,
cuando ya había cumplido 5 mi padre me dice: hijo te llevo a pasear por el rio,
vamos a conocer lagos, para que veas en ellas los temblones, las rayas y
también las peligrosas pirañas que podrían comerle…etc. Como no podía hablar
tan solo con una pequeña sonrisa respondía, todo lo que me decía; ¡tan bonito
es ver a los peces nadar en esas aguas cristales!, ¡ llenas de remolino también!.
Cada día que pasaban,
para mis padres era una alegría sacarme de casa y llevarme hacia el rio, para
que conociera el mundo de las aguas, también para que los seres de ese medio me
conociera y no pudieran hacerme daño.
Mis padres querían que
cuando fuera grande sea un buen pescador, entonces por todos los lugares que
llevaba, siempre dialogaba con los dueños de los peces; diciéndole que yo era
el hijo de él, y por cuando saliera al rio ustedes lo que estarán de
protección, de todo los peligros que podría afrontar. En esos momentos cuando
mi papá hablaba, salían a la superficie del agua muchos ”bufeos” cuenta mi
padre que ellos cómo se brincaban de alegría y perseguían por donde íbamos.
Los tiempos pasaron,
todo fue bonito momentos , ahora tengo “6 años”; es donde empieza mi primera
aventura, donde ya puedo reconocer y describir un mundo lleno de fantasías…”recuerdo una noche de luna llena, mi abuelo
me había llevado a pescar con su canoa nueva que acababa de construir”. Nos
fuimos a pescar en un chorro. Cada uno tenía su anzuelo, la carnada, de mi
abuelo solo cabeza de caloche, pedazos de dormilón; mientras el mío, mojojoi y
unos cuantos lombrices caceras y de monte. Durante la pesca mi abuelo no dejaba
de decirme que tenia que estar pendiente
por si acaso te empiezan a jalar el nailo, y escuchando esas recomendaciones,
cuando de repente ¡miro una ola grande! hacia unos 20 metros desde el lugar donde nos encontrábamos; nada
mas que era un gigante bagre que se había engarzado en el anzuelo de mi abuelito
y empezó a flotar, yo asustado empiezo a
recoger mi nailo, inmediatamente mi
abuelo me dice que preparara la lanza y
yo con miedo empiezo a armarlo, el bagre se enfurece, y empieza a
moverse con mas fuerza.
nuestra canoa
empieza a fluir como un avión en
el agua; de lado a lado, de arriba hacia abajo, hasta que después de mas de una
hora y media, llega agotarse, de tal manera lo arrastramos hacia una playa
cercana para cazarlo bien. Llegando ala playa, mi abuelo me dice: usted lo va,
a matar, me lleno de susto, porque antes no había visto un pez tan grande.
solo mi abuelo me decía
que no tengas; miedo eso ya esta para nosotros, el padre nos lo dio. Cuando de
repente saco la lanza y lo apunto bien en la espalda y luego lo lanzo. Al
lanzar esta sacude fuerte y con la cola
me golpea tan duro que llego a caerme al rio…me quedo casi 5 minutos sin mover,
pues fue un golpe duro.
Cuando estuve tirado en
el agua mi abuelo lo termina de matar, luego me levanta y me acuesta en la
canoa, nos vamos a la casa, contentos por la cacería , llegando en el puerto mi
abuelo saca su mambe y ambil, me sopla y quedo sano totalmente.
Un gran agradecimiento les damos al padre
creador y nos vamos a la casa entonando unos cantos.
Escrito por Erlinto
Sanchez Umaña
22/08/ 2018/Hr/10:38am
Bogotá- Colombia
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